Conocer y asociar las relaciones de las partes de la empresa al todo y de ésta con su entorno, para reconocer el impacto entre las mismas y mantener una visión integral propia a la posición directiva, comprendiendo el rol estratégico en el quehacer de un directivo para poder desarrollar una estructura capaz de generar diferenciadores y ventajas competitivas.
Identificar el concepto de creación de riqueza a fin de establecer con claridad cómo, dónde y cuándo realmente se crea valor y riqueza, para así poder focalizar los esfuerzos primarios de la empresa y la Dirección.